En un resplandor sombrío de paredes de azulejo de la piscina más grande de Praga
Cuerpos
Joven, viejo, gordo, delgado, oscuro, marrón o blanco.
El ruido de duchas resuena de los cuerpos y penetra en huesos.
El hombre se sienta delante de steambath y lee un periódico. Otro hombre se tambalea alrededor y farfulla palabras inapprehensible.
Un serpiente avanza lentamente en los azulejos. Esto no es una serpiente, pero una manguera de agua usada por un encargado de mantenimiento.
De repente, el agua comienza a rociar del cuerpo de serpiente.
Me muevo un poco
El agua rocía el periódico, pero el hombre sigue leyendo.
Un encargado de mantenimiento llega. Él limpia sus gafas y chequea el problema. De alguna manera, él no es capaz de areglarlo. El agua rocía todos alrededor.
Observo con cuidado, lo que va a pasar.
De repente, el hombre se levanta y grita: ¡"JODA!" En el mismo momento él lanza la manguera hacia el suelo.
El agua rocía hasta el techo.
El hombre con el periódico sigue leyendo. El agua gira de papel mojado.
La manguera comienza a barrer alrededor parecido un monstruo.
Siempre el mismo, el infierno viene.
Encargado de mantenimiento abaja-se al monstruo. Immediatelly, él esta mojado. Él no ve nada cuando el monstruo logró cuspidar sobre sus gafas.
Él agarra el monstruo, lo lanza hacia el suelo de azulejo y grita: "JODER"
El hombre con el periódico se eleva su ceja. Él tiene sus noticias totalmente mojadas.
Otro hombre vienne y habla. Oigo una palabra "genitales..." Él tiene heridas rojas enormes al sus costas.
Alguien está de pie directamente al lado de mí y observa la lucha libre de encargado de mantenimiento y el monstruo. Ganancia de serpiente - monstruo...
"Casa de diversión" él espira y se fue.
Me muevo hacia las duchas. Alguien al lado de mí se vocaliza suena a un jabalí.
Él se jabona, se acuesta gruñido.
Veo lo que pasa con el monstruo.
El encargado de mantenimiento explica al hombre con el periódico él necesita algo.
El hombre lo mira con un asombro.
Agua está por todas las partes.
El jabalí sigue sacudiendo se sobre el suelo de azulejo y grite: ¡"JODA!" El grito resuena de las paredes de azulejo como un rayo
sin posibilidad para apuñalar en algo.
Me muevo al cuarto del secador.
Un hombre está de pie delante del secador y aporrea su cabeza en la pared. Él sigue farfullando el palabra "genitales".
Viento caliente.
El hombre viene y mira a mis ojos.
"Usted no ha visto mi bolso, verdad?"
Lo miro.
Tristemente, él cierre sus ojos y se va.
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